Patricia Licea Guerra
Soy Patricia Licea Guerra, presidente del patronato de asociación Brali IAP. Soy licenciada en Administración de Empresas y actualmente asesora financiera en Seguros Monterrey New York Life con dieciseis años de carrera en esta profesión que también habla de ayudar a las personas. A diez años de haber inciado este proyecto recuerdo como nació este sueño, de un taller “ Mujeres en Crecimiento”. Mi gran amiga Claudia Meléndez , que empezaba a incursionar en el couching ontológico me invitó a este taller. Al final del taller nos piden hacer una obra social y alguien dice “vamos a hacer un kínder para niños de escasos recursos económicos”, así literal, y bueno, la ignorancia dice “¿Por qué no?” De ahí hasta ahora han pasado diez años que comenzó el sueño para que los niños de escasos recursos en Querétaro tengan una educación de calidad y con calidez.
Diez años en los que hemos vivido de todo, hasta una pandemia. Sin embargo, si pongo todo en una balanza, han sido 10 años maravillosos ya que la sonrisa de mis niños Brali valen una fortuna para mi. “Caricias para el alma”, dicen por ahí. Una decada llena de trabajo, esfuerzo, ilusiones, desilusiones y siempre pensado en nuestro pequeños. El compromiso con ellos viene ante todo. Hemos logrado incrementar el número de niños favorecidos. Pasamos de 1 cuando empezamos, sí, uno , mi querido Quique, que ya esta en 6o de primaria, hasta 13 y luego 31. Así hasta los 115 niños que tenemos actualmente, ahora con dos planteles CEIB1 y CEIB2, esta última es una escuela propia.
Una institución que es un espacio seguro para nuestro niños donde aprenden, primero, a ser felices y después a expresar sus emociones a traves de sus clases de arte. Por último, lo que deben de aprender, español, matemáticas, un póco de historia, entre otras actividades didácticas.
¿Qué me ha dejado a mí como persona estos diez años?
Lo quiero compartir con todos porque me ha dejado una huella muy profunda en el corazón que no se quitara con nada. He tenido la hermosa oportunidad de ayudar, de girar un poquito la rueda, de contribuir a que las cosas sean mejores para estos niños y eso no tiene precio, devolver un poquito de lo mucho que he recibido.
¿Qué sigue para Brali?
Pues vamos por lo pronto por otra decada. Vamos por dar continuidad para los niños buscando construir la segunda etapa, una primaria. No es fácil, ya que nos sustentamos de donaciones. Sí, de lo que las personas de buen corazón nos regalan mes con mes para que estos “chamacos” hermosos tengan cimientos enormes.
Siempre lo he dicho, no podemos cambiarles su entorno pero podemos darles herramientas emocionales para que en el futuro tomen desiciones que les cambien la vida. Queremos que sepan siempre que tienen una valía por ser y estar en este mundo, no importa lo que pase a su alrededor, ellos pueden ser personas de bien. Queremos que ellos tengan las herramientas para poder decidir hacer las cosas mejor. Este es nuestro objetivo y seguira siendo por otros 10 años y más.
